Carmelo González más que una empresa fundada en 1.989, es el resultado del esfuerzo de muchas generaciones pasadas que han ido heredando la tradición año tras año: “El culto de las buenas maneras de cómo criar, matar y elaborar la genuina carne del cerdo”. Todo esto situado en unos de los enclaves más históricos y culturales de España, La Puebla de Montalbán  (Toledo).

A partir de 1.969, nuestra familia decide aumentar la matanza, además del uso particular, para así cumplir con las necesidades de nuestro pueblo por la demanda de nuestros embutidos tras el abandono paulatino de muchas familias por hacer la típica matanza familiar, y así, cuantas más familias dejaban de hacerla, más aumentábamos nosotros el número de cabezas anualmente.

En nuestro pueblo nadie duda de nuestras buenas maneras, siempre han confiado en nosotros y cada vez lo hace muchísima más gente. Porque siempre se intenta hacer igual: con la misma ilusión, con el mismo ganado (carne, orégano, pimienta, ajo, vino, es decir especias naturales, sin colorantes ni conservantes adicionales) y con el mismo tipo de curación.

Por lo que nuestro futuro es prometedor y aunque seamos una familia humilde aspiramos a todo, nuestra seriedad y constancia en el trabajo, unido a un minucioso control de calidad hacen que Carnes, Jamones y Embutidos Artesanales Carmelo González mire al futuro sin complejos abriéndose hueco en un mercado el cual, es cada vez más complejo y competitivo. La claridad de nuestros productos es y seguirá siendo siempre la máxima, invirtiendo cada día en la última tecnología del momento, conservando siempre el sabor de antaño.